La sesión solemne del Congreso en conmemoración del Día de las Víctimas del Conflicto Armado se vio marcada por un intenso debate tras la designación del representante Jorge Tovar (CITREP) como presidente accidental de la Cámara, en ausencia del titular Jaime Raúl Salamanca.
La controversia estalló cuando la senadora Aida Avella (Unión Patriótica) cuestionó que Tovar —hijo de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, exjefe paramilitar condenado— dirigiera la sesión dedicada a las víctimas. “No tiene presentación que, en este día, una persona que es hijo de un victimario nos presida”, afirmó Avella.
El conflicto escaló entre las representantes Katherine Miranda (Alianza Verde) y María José Pizarro (Pacto Histórico). Miranda defendió a Tovar, argumentando: “Si se juzga a alguien por ser hijo de alguien, entonces la señora Pizarro tampoco tendría por qué estar aquí”, en alusión al padre de Pizarro, el líder del M-19 Carlos Pizarro, asesinado en 1990.
Pizarro replicó: “Mi problema no es con Tovar, él tiene legitimidad. Pero las formas son importantes”, y recordó su condición de víctima: “A mi padre lo mataron tras firmar la paz, y yo hablo aquí con dignidad”.
La sesión, destinada a escuchar testimonios de víctimas, quedó opacada por el cruce de acusaciones, reflejando las tensiones persistentes en torno a la memoria y la representación política en el marco del conflicto.