La Sección Quinta del Consejo de Estado revocó la designación del senador Alirio Barrera (Centro Democrático) como segundo vicepresidente de la Mesa Directiva del Senado, al considerar que su elección desconoció el principio de alternancia de género en cargos directivos. Además, anuló la designación del primer vicepresidente, Jhon Jairo Roldán (Partido Liberal), por excluir a las minorías políticas.
Alternancia de género incumplida
El fallo, de 22 páginas, responde a una demanda interpuesta por el abogado Samuel Ortiz Mancipe. Los magistrados determinaron que el Centro Democrático violó la obligación de alternar entre hombres y mujeres en la segunda vicepresidencia del Senado, puesto que el cargo había sido ocupado previamente por Didier Lobo y Honorio Henríquez, ambos hombres.
El Consejo de Estado destacó que el partido cuenta con senadoras como Paloma Valencia, Paola Holguín, María Fernanda Cabal y Yenny Esperanza Rozo, quienes podían aspirar al cargo. "La norma impone que la representación de los partidos en oposición debe alternarse; es una obligación, no una posibilidad", señaló el fallo.
Los magistrados enfatizaron el deber de "promover condiciones para que la igualdad sea real y efectiva", especialmente para las mujeres, dada la "historia de discriminación, sometimiento y marginación que han padecido".
Primera vicepresidencia: exclusión de minorías
La Sección Quinta también revocó la designación del senador liberal Jhon Jairo Roldán como primer vicepresidente, al considerar que el cargo debía ser ocupado por un partido minoritario. El liberalismo, con 13 curules, no cumple con esa condición.
Durante la sesión de elección, congresistas del partido Mira y el ADA manifestaron su interés en representar a las minorías, pero sus solicitudes fueron ignoradas bajo supuestos "acuerdos políticos". El fallo señaló que tales acuerdos no pueden sobreponerse al artículo 112 de la Constitución y al Reglamento del Congreso.
Implicaciones políticas
La decisión del Consejo de Estado obliga al Senado a repetir las votaciones para ambos cargos, garantizando esta vez la inclusión de una mujer en la segunda vicepresidencia y la participación de partidos minoritarios en la primera.
Este fallo refuerza los criterios de paridad y representación en el Legislativo, marcando un precedente para futuras designaciones.