Treinta familias de las zonas rurales de Chámeza, Aguazul y Recetor se convirtieron en las primeras beneficiarias del programa de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) en Casanare, una iniciativa financiada por la Gobernación que busca compensar económicamente a quienes conservan ecosistemas estratégicos.  

Mediante acuerdos voluntarios, las familias se comprometieron a proteger áreas clave en la cuenca del río Cusiana y en microcuencas abastecedoras de agua. Como incentivo, recibieron unidades apícolas completas, que incluyen colmenas, herramientas y equipos necesarios para desarrollar apicultura de manera sostenible.  

Además del apoyo material, los participantes recibieron capacitación y acompañamiento técnico para fortalecer sus habilidades y promover una actividad económica compatible con la conservación ambiental.  

Ezequiel Mora, apicultor de Chámeza y presidente de la cadena de apicultura en el departamento, destacó el impacto del programa: "Habíamos comenzado con las uñas, pero con mucho amor por la apicultura. Este apoyo nos da herramientas para seguir creciendo".  

El PSA representa un avance en la vinculación de comunidades rurales a estrategias de protección ambiental, reconociendo su rol en la preservación de recursos naturales y el desarrollo de prácticas sostenibles.